viernes, 17 de agosto de 2012

El jardín cucudrúlico V


Miles de miopes telescopios apuntan hacia donde los científicos creen situar el jardín cucudrúlico, sin éxito: Los telescopios terrestres alcanzan hasta donde la frondosa vegetación dice basta, y, los telescopios espaciales, tropiezan ridículamente con su propio margen de error.

-Los humanos, sus geografías y sus aparatos…- murmura desde una roca el dragón azul que fuma en pipa y es feliz, al tiempo que menea la cabeza y expulsa una voluta de humo que forma en el aire las notas musicales con las que expresa el bicho- te están buscando, animalillo.

-Que busquen –dice el dinosaurio riendo. Sus pies a remojo en la charca cucudrúlica hacen ondas y las ondas acarician a los fieros cucudrulos, cucudrulas y cucudrules que flotan sin más ocupación que saber que la luna se refleja en sus plateadas panzas cuando nadan boca arriba.

Un leve bip, bip…parece tomar forma en una sala de investigación. Viene de más allá de lo físico y golpea a los sensores, despacio y tétricamente. Los científicos vuelven redireccionar sus telescopios sin saber muy bien hacia donde dirigirlos. Varios cazas militares cortan los cielos en busca del origen, con un seek & destroy como misión.

-El puto dinosaurio…anda suelto…otra vez…-comentó un piloto americano a otro ruso.

Y en el jardín, donde sólo se escucha lo que paz inspira y lo que la paz sugiere, el Metalsaurio siente, aburrido, cómo van y vienen los humanos con sus objetivos definidos pero absurdos y sus métodos torpes pero pomposos. Siente que el tiempo de esos pequeños simios no son más que las muescas con las que agobiados cuantifican lo vivido y que las muescas hechas o por hacer importan menos que el cuando mear o el cuando reir.

Miró el dinosaurio metálico al horizonte, más allá de la vegetación fluorescente, y descansó su mente en el mar. Sin tiempo. Tranquilo. Chasqueó los dedos y, allá en lo físico, saltaron las alarmas y varios perros aullaron. De Nagasaki a Tombuctú.

-El puto dinosaurio…anda suelto…otra vez…-comentó un piloto ruso a otro americano.



2 comentarios:

Martiña dijo...

Me ha gustado mucho Juanillo..besitos cucudrúlicos!

Metalsaurio dijo...

Gracias, gracias ;)

1 bico